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“El enemigo de mis enemigos es mi amigo”

“El enemigo de mis enemigos es mi amigo”

Carla Fibla entrevista a Abdel Bari Atwan

Pocos conocen el mundo árabe como Abdel Bari Atwan. 

Periodista incómodo y visionario, el director del nuevo diario Al Rai al Youm lleva media vida analizando una región geopolítica que marca la agenda mundial. Su mirada abarca Egipto, Siria, Argelia, Turquía e Israel. Y su diagnóstico inquieta.

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Está muy preocupado. Ya está acostumbrado a navegar contracorriente, antes desde su despacho del Al Quds al Arabi —diario árabe de referencia que dirigió durante 25 años—, ahora en una oficina alquilada de una sola habitación, en un edificio donde se comparten servicios administrativos, cafetería y baños. Abdel Bari Atwan dedica horas y esfuerzo a un nuevo proyecto, Al Rai al Youm (La Opinión del Día), el periódico digital desde el cual mantiene la misma línea editorial crítica y honesta que el verano pasado le obligó a abandonar el Al Quds, y que ya registra las visitas de más de 430.000 personas al día. 

No hay necesidad de convocar consejos de redacción, porque los textos de los colaboradores pasan de una mesa a otra para ser valorados en tiempo real, editados y colgados en la red. Atwan, bolígrafo rojo en mano, corrige, aprueba o descarta con velocidad; cada vez que busca la concentración se oxigena con la visión de los tejados de las casas pegadas a la estación de metro de Hammersmith que se impone desde un enorme ventanal. Un perchero pegado a la pared con cinta aislante, un armario lleno de libros que recogen sus investigaciones sobre Al Qaeda, una enorme fuente repleta de fruta y una máquina para destruir documentos sin actividad son los objetos que rodean a Atwan y Maha Burbar, su asistente. 

Frente a un gran café americano, ajeno al constante trasiego de compañeros anónimos de otras oficinas, Atwan salta de un país árabe a otro, cuestionando las informaciones acerca del cambio que comenzó en diciembre de 2010, lanzando pronósticos contundentes, señalando las debilidades de gobernantes y ciudadanos, así como los factores externos a las revueltas.