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Los últimos días de El Herrador

¿Cómo reaccionar cuando te comunican que te queda un año de vida? Los últimos días de El Herrador es una confesión ritual en la que el protagonista –colaborador habitual de El Estado Mental que prefiere mantenerse en el anonimato– se atreve a contar, en esta sección semanal, sus actos, decisiones y reflexiones antes de estar muerto.

SEMANA LX: Permanencia

Escribí algo hace dos días, después de lanzarme al limbo sin conceptos de fogueo ni paradójicos salvavidas. Algo escribí y lo hice porque pretendía contar cualquier cosa pero esa cosa no llegaba a estrellarse ni a salvarse. No sé dónde la arrojé, pero un amigo Lljano, Gunder El Rubio, la leyó y la recogió, como se salva a un gorrión recién nacido.

SEMANA LIX: Procedencia

Hay ideas que es mejor no consultar, ni siquiera en esas noches que no admiten triunfos. Mi angustia encuentra demasiados objetivos en los que detenerme algunas madrugadas. Y sus mañanas me lo...

SEMANA LVI: "CULPABLE, CULPABLE, CULPABLE"

Veo la película Papillon (Columbia, 1973), dirigida por Franklin J. Schaffner, y al terminar busco el libro de Henri Charrière para encontrar las razones que lo llevaron a escapar de la...

SEMANA LIV: Días al cuadrado

Cualquier hombre asustado haría lo mismo. Me avergüenza equivocarme y no saber explicar los frutos de mi delirio. No soy capaz de argumentar, ni tengo autoridad ni derecho a hacerlo. Paula no...

Semana LIII: Todo a 99 euros

Recibo algunos mensajes y comentarios a través de El Estado Mental . Al parecer, un porcentaje nada desestimable de los lectores de mi calvario se ha olvidado de mi destino y tiende a...

Semana LI: Lo que ha de hacerse

Me dice el doctor que ya debería estar muerto. Que mi plazo se ha agotado y que mi indisciplina en los tratamientos, unida a mi nulo cuidado personal (ausencia de ejercicio, ingestión de alcohol y de...

Semana L: Las siestas salvajes

No sé qué me ha llevado esta noche a aquel portal, el de mi vecino Rodri. Pero esta noche estoy en él, como hace cuarenta y tantos años, y me duele tener demasiada información en mi memoria. Mi...

SEMANA XLIX: S/T

El jueves pasado, ese día en el que me había preparado ya para morir y celebrar así el octavo cumpleaños de mi hijo, me atreví a darle la carta que le había escrito y a pedirle que la guardase...

Semana XLVIII: Mi muerte es un regalo

Hoy se cumple mi plazo. Hace meses asumí que me iba a morir hoy, el jueves 4 de mayo de 2017. Fui yo quien eligió la fecha, dentro de ese intervalo dúctil, aséptico y sin demasiados datos, que me...

SEMANA XLVII: Lo que rechazo también me define

Sé que estaba contando algo, pero sé que lo he olvidado: no puedo decir nada de aquel relato. Siento el eco de un atentado en el cerebro, recuerdo algo parecido a un bisel en la nuez, algo que toma...

Semana XXIV: Una paz abrasadora / Dado de alta

No logro acostumbrarme a despertarme entre horizontes catódicos, aromas de aluminio y murmullos de paño. Mi único don fue saber siempre la hora exacta, y ese don trascendía comas etílicos, vuelos...

Semana XXII: Lago seco / De Alcón a Camín

Hay noches en las que el mundo sospecha de mi infinito desprecio. Y entonces las caras se vuelven, se cierran las palabras y los vasos escupen. Entonces nadie me quiere ver. Esas noches me...

Semana XXI: Trampas / Decadencia

Después de muchos años, recibo una carta escrita a mano. Dice así: “Cuando te leo, te veo haciendo un sacrificio tan gigante como inútil. Tus palabras siempre fueron carne de megáfono. Tus adornos...

Semana XX: Nunca he sabido viajar / Séneca

En el Aeropuerto Internacional de La Guardia, en Nueva York, echo de menos aquellas despedidas del siglo XX. De pequeño tuve la suerte de que mis padres me dijesen adiós desde el andén o desde la...

XIX: Manhattan / Despegando

Nueva York lleva casi un siglo ocultando un desastre: el crack del 29 originó una verdadera guerra civil (una guerra en el interior de la ciudad) que jamás ha sido revelada. La aurora de Nueva York...

XVI: Seguirán viajando juntos

I. El regreso (I) Tener un único temor es algo inesperado en una vida llena de miedos. Pero, mientras volvemos de esa playa que sólo pisé esta mañana, no puedo dejar de sentir un pánico que entierra...

XV: Quizás ya estoy muerto

I. La gran evasión Me despierto sin dormir, porque duermo sin cansancio y sin paz y me despierto al canto de mi angustia, y no hay fórmula ni ábaco que me devuelva al sueño. Así, agotado y confuso,...

XIV: Serán nerviosas

I. Los soberbios Mi vida (cada vez que escribo la palabra vida, a falta de tierra, pongo letras de por medio) no ha cambiado todo lo que quería en estas dos semanas de clausura voluntaria. Aunque no...

XIII: Ciencia y ficción

Llevo siete días sin hablar con nadie. Ni una palabra pronunciada, ni una palabra escrita y enviada. O sí: sí he escrito algo. Algo extraño, por su contenido y porque lo he escrito a mano, con unos...

XII: Las profundidades

Cuando hablo, o más bien: cuando recuerdo lo que he dicho, me gustaría tener un contador de palabras. Como en los procesadores de texto, pero de palabras pronunciadas. Me pondría un máximo de cien...

XI: El hombre sin sentidos

Es imposible señalar el momento exacto, pero sucede: todo deja de tener interés. Hay un zumbido creciente en mis oídos, una calima polvorienta en mis ojos, un frío pétreo en mis dedos… y entonces me...

X: Palabras de fogueo

Leo lo que publiqué el jueves pasado y sólo puedo interpretarlo como el delirio libérrimo de alguien que no sabe cómo cambiar de rumbo, cerrar la puerta o destruir su memoria. Quizás mi inesperada...

IX: Los días vacíos

Las noches ya no me sirven. Ya no son mis unidades de medida de la euforia o del miedo. Ya no son el depósito de mis victorias ni la alcantarilla de mis pánicos. Como los sueños pierden su magia al...

VIII: Lágrimas por los campeones

I. Las moreras Ya no me creo las lágrimas ni las súplicas ni el horror de los que se van a morir en las películas. Aunque ya no veo películas, aún recuerdo algunas. Y en todas ellas los que iban a...

VII: No dejamos nada

I. La cuarentena Sin apenas darme cuenta he cruzado esta cuarentena inicial de mi adiós. Después del fracaso de despedida de hace unos días, vuelvo a intentarlo, ahora a solas, reunido con...

VI: Los arrepentidos

I. Sonámbulo Llevo casi una semana encerrado en la habitación de los invitados. Paralizado. Arrepentido de no haber comenzado a vivir, como me propuse hace ya más de un mes, al conocer el breve plazo...

V: Aprendiendo a perder la vida

Me siento como si hubiese perdido esta batalla sin causar una sola baja en el enemigo. Soy muy ingenuo, es imposible ganar la guerra, pero por un momento pareció posible disfrutar, por un tiempo, de...

IV: Nadie va a venir a verme

I. La disciplina del mundo Mientras mis días se acaban, lo demás, todo lo demás, sigue. No es que esperase otra cosa, pero la disciplina del mundo me debilita. Frente a su constancia, sólo enfrento...

III: Del vértigo de morirse

I. Melodía La melodía suena siempre por debajo y por encima del ritmo, y es más dañina y reveladora. La melodía convierte un cumpleaños en un crimen, una fiesta en un secreto letal, un viaje en un...

II: Siempre es ahora muy pronto

I. En el pantano de los propósitos Si algo queda claro esta primera semana, la primera tras el desahogo inicial que supuso comenzar esta confesión, y hacerla además pública, es que mis...

I: Demasiado tiempo para despedirse

¿Cómo reaccionar cuando te comunican que te queda un año de vida? Los últimos días de El Herrador es una confesión ritual en la que el protagonista –colaborador habitual de El Estado Mental...